Cupula.
viernes, 27 de diciembre de 2013
Cierre, saldo Santa.
Estos últimos días del año nos invade el espíritu teletón en al menos cierta proporción.
El apoyo a albergues, casas hogar, asilos, instituciones u otras formas de altruismo aparecen y sin duda causan beneficio.
Como soy parte de la masa, e incluso le aporto volumen a la misma, también recientemente estuve en una casa hogar. La misma es primordialmente para niños tarahumaras. No necesariamente con alguna tragedia tejida entre sus días. Con el rasgo simple que envuelve lo que llamamos pobreza.
Somos como país, un vasto mundo de corrupción y sin vergüenzas.
En la escala del 0 al 100, tenemos una puntuación de 34. Países como Dinamarca, Finlandia y Nueva Zelanda, tienen una puntuación de 90. Son los menos corruptos. Somos en orden descendente el país numero 105 siendo el 1 el menos corrupto. 104 países menos corruptos que nosotros. Entre ellos Chile y Uruguay con 72 puntos en el lugar 20.
Hoy coincidía con un amigo que vive en la Ciudad de México y me comentaba de las risas que causa nuestro Estado y su gobierno con lo que a corrupción se refiere. Las historia urbanas respecto a excesos, caprichos, berrinches y gastos de conciertos privados llegan. Con ellos mucho silencio en las opiniones calificadas como inteligentes. Rechiflas, aullidos y descalificaciones en los no tan inteligentes. Las expresiones del pueblo y sus terratenientes difieren al menos en decibeles.
Pedirle a Santa o a los Reyes un México mejor no está del todo mal. Ya tenemos reformas. Ya las calificadoras de valores nos subieron la puntuación.
El estado logra todas y cada una de las reformas que se propone.
A través de una habilidad política que las nuevas generaciones habían olvidado. A partir de lo antagónicos que son en algunos temas los partidos políticos complementarios.
En la plena sabiduría que otorga el poder sin distingos de IQ, en la plena ignorancia de lo que el pueblo habla cuando habla.
Siendo positivos y partiendo de que no hay mal que por bien no venga, asumamos que las reformas tienen su lado positivo más elevado, mucho más que perjudicial.
Lamentablemente aun en el optimismo desbordado, me inquieta saber cómo se va a repartir la riqueza que vamos a generar con tan excelentes reformas concediendo que lo son.
El Estado mencionaba recientemente que la corrupción le cuesta a México alrededor del 9% del PIB.
Esto equivale aproximadamente a $108,704 Millones de dólares.
Cada mexicano dispondría más de 1000 dlls. Las familias según su número, 4 mil o 5 mil dólares por año.
Es fácil ponerle cara a la corrupción. Podemos hasta mentarle la madre.
Nuestra inmadurez social nos hace buscar culpables lejos.
Si el Estado, el Gobierno o algunos de sus gobernantes para no cometer la estupidez de generalizar, son corruptos es porque muchos, muchos están dispuestos a ser parte de la tranza.
El caos se alcanza cuando se nubla la vergüenza.
La vergüenza se ausenta cuando nos convertimos en victimas de nuestras propias decisiones, nuestra excusas, nuestras torpes explicaciones.
Decía un sicario después de aceptar más de 100 crímenes, “lo que hacía era un trabajo. Lo paseado a mis hijos, nadie se lo quita. Llegaron a conocer Disneylandia.”
Deseo que al año cierre con éxito. Que las metas de ventas, utilidades u de lo que sea hayan mostrado indicios de logro.
Deseo que México sea mejor cuando se termine el 2014.
Deseo que Santa no se preste a chantajes. Que no sea parte de la extorsión y la corrupción.
Deseo que levantemos no solo la voz, la mano empuñando una lucha contra la corrupción.
Que la primera reforma que nos llegue sea la verguenzaria.
Que Dios bendiga a Dios.
Deseo lo mejor para cada uno de ustedes y sus seres queridos.
Que llegue el día en que nos gane Nueva Zelanda pero seamos como ellos en los índices de corrupción.
Que nuestros gobernantes sean dignos del pueblo que representan.
Que el Gobernador sea digno de representar a cada tarahumara.
Que los padres seamos dignos de nuestros hijos.
Que seamos dignos de la tierra que pisamos.
Que el principio de la caridad sea no robar.
Que cada uno de nosotros podamos estar claros que lo ganado no es robado.
Ser parte de la corrupción es ser ladron.
No puedo entender como alguien puede ver la cara de la pobreza y robar y robar en obras infladas, en fianzas, en compras fantasmas.
Que seamos íntegros para poder señalarlo cuando este en nuestra cara.
Que seamos íntegros para pedir apoyo.
Que Dios nos perdone y nos siga bendiciendo.
Le mejor en la esperanza de creer que seremos más y mejores.
Feliz Navidad y un 2014 lleno de retos y logros.
Seguimos.
Mario Lugo
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