Cupula.
lunes, 17 de diciembre de 2012
Fin y Navidad
Mis estimados, me gustaría tener la bella costumbre de enviarles una canasta con enseres gourmets en el interior, mismos que son propicios para degustar en calma en la casa.
Me gustaría al menos haber contratado una postal de buen gusto y bien diseñada.
Lamentablemente solo alcanza para enviarles unas tantas de mis letras que si bien no son bien cotizadas aun, espero en algún momento puedan ser vendidas y el presente tenga un valor incluso histórico para aquellos coleccionistas de lo absurdo.
Me gustaría en realidad creer que el mundo se va a acabar en próximo viernes. Muy seguramente estaría escribiendo estas letras con nudos en la garganta y una dosis de reclamos para unos cuantos.
Si el mundo se acabara el viernes, habría dejado sin terminar al menos una decenas de obras. De construccion y no.
Muy cerca del final, pero inconclusas.
Si el mundo se acabara mañana, debería más de lo que tengo.
En muchos aspectos además del financiero.
Si el mundo se acabara el viernes, pedí mas de lo que di.
Me iría en deuda.
Aun en esa enérgica realidad por decir lo menos, me atrevo a regalarles 10 consejos que a esta altura de mi vida, me parece que compartirlos es mejor que quedármelos. Así bajo un tanto mis pasivos no financieros.
Además si el mundo se acaba el viernes que más da si son útiles o no.
Ahí van.
1.- NO esperes. Al esperar empiezas a reclamar de manera inconsciente. Se te pasa la vida esperando por algo o por alguien. Es muy probable que los demás tengan una percepción del tiempo distinta. La puntualidad no es una virtud de los mexicanos. Siempre ve preparado para la acción. Lee, juega, habla, ríe, platica, escribe, pero no esperes. Cuando alguien tarde 5 horas para atenderte, más allá de si es un sinvergüenza o no lo es, ese alguien te regalo tiempo para ti, mismo que por lo general despreciamos. No esperes palabras, regalos. No esperes cobrar una cantidad y que como premio a tu labor te den un adicional. La gente te paga lo que cobraste, ni un peso más. Las propinas son para los meseros y a los mismos, les ha tomado una vida educar al consumidor para aceptarla.
2.- Disfruta al caminar. Es común que en el ajetreo que llevamos, nos reclamamos constantemente el no haber hecho más o mejor. Al practicar un deporte, sufrimos si la escultura que cargamos como cuerpo, nos reclama una pausa. Nos pasa porque asumimos que el caminar es una derrota. Igual nos pasa con lo que hacemos en nuestra profesión, familia o entorno. Al dejar de disfrutar el caminar, abandonamos. Por creer que nuestro paso es mejor y no merecemos ni debemos parar. Camina de prisa, lento. Al andar, encontraras a mas de dos en posibilidades de seguir el paso y además conversar. Correr y conversar es complejo. Si hay quien. Pero será que va junto a ti el que mejor corre, no el que mejor platica.
3.- Persiste. Estamos rodeados de personas expertas en muchas cosas. Su nivel de perfección por lo general les alcanza para documentar ampliamente su objeción a que las cosas pueden suceder. Estamos llenos de escépticos. El feudo presidencial existe no solo en la política. El gran rey de cada mini mundo determina lo posible y establece los límites de lo imposible. Sus seguidores lo aceptan e incluso promueven. Son círculos cerrados. Casi impenetrables. En mi experiencia, muy pocos por no decir ninguno, resiste la persistencia. El intentar una meta cada día, termina por rendir al detractor que la rechazara un límite de días. Por fastidio o convicción, la persistencia alcanza.
4.- Muestra Orden. El ser incapaz de mostrar la posibilidad de cumplir en tiempo una cita es la franca incapacidad de tener orden en el tiempo, en las ideas, en los actos. Tendemos a creer que la creatividad esta peleada con el orden. No lo creo así. La mayor parte de los errores que he cometido es por haber roto el orden. No niego que algunos de los aciertos han sucedido en un contexto de desorden, sin embargo, debo hacer que resultan irrepetibles pues la claridad no me alcanza para saber si se como volverlo a hacer. Decía mi abuelo, mijo, cuídese de los cabrones que no se saben poner el cinto. Lo decía cuando alguien pasaba el cinto por encima del listón del pantalón. Lo hace todos los días y aun no lo aprende. Como confiarle algo. El orden posibilita el entendimiento de las prioridades.
5.- Vive el cuarto obscuro. Antes de afrontar una dificultad, asume que estas en un cuarto sin luz. La decisión menos inteligente es moverte. Si lo haces, afrontaras uno de los dolores mas estresantes que puede sufrir un ser humano. Te pagaras en el dedo pequeño del pie con alguna pared. Nuestro cuerpo, aun con sus ligeras protuberancias, es uno de los mejores diseños que he visto. Sin esperar, observa, analiza, extiende la mano suavemente. Acaricia la situación. En menos tiempo del que esperas, tendrás visibilidad y podrás dar un paso, hacia atrás o al frente. Lo que represente la mejor decisión. Primero escucha, diagnostica y luego acciona. Es diagnostico es en si una acción.
6.- No te dejes atrapar. Las personas buscan para simplificar su existencia describirte y encapsularte en un cajón. Ese no es tu problema. Son sus limitaciones las que hacen la simplificación, no las tuyas. Date la oportunidad de cambiar de ruta, ropa, deporte, trabajo. De lo que te permita no ser atrapado. Al ser atrapado involuntariamente empiezas a ser repetitivo y sistemático. No necesariamente ordenado. Estas dinámicas tan parecidas son lo que llamamos rutinas. Mismas que conducen a vidas rutinarias. Un camino irreversiblemente encaminado al aburrimiento. Aun los ganadores cuando siempre ganan, aburren. Permítete perder cada vez que lo disfrutes, siempre y cuando no lo hagas una rutina. Mantente en constante movimiento. Gana, pierde, disfruta.
7.- Ama lo que haces. Si realmente logramos amar lo que hacemos, no hay diferencia entre nuestros logros y los goles de Messi. Ciertamente la remuneración y el reconocimiento son distintos. Sin embargo estos factores son externos. El amor es interno. Al amar lo que hacemos, se siente, se ve y se toca. El lugar de tu trabajo debe oler a lo que te gusta. Debe saber. No ames tu trabajo, ese te lo dan o quitan como empleado o empresario, lo que haces nadie te lo quita.
8.- Acepta. Aceptar no es resignarse. Aceptar es decir si a las circunstancias. Hay que decir si al pago de impuestos. El no aceptarlo es buscar las circunstancias distintas que me permitan una realidad distinta. Misma que muchas veces imaginamos y fabricamos para sentirnos honestos. Es un principio de no aceptación. No siempre la apariencia física nos abre puertas. A mí, me las abre como guarura de mi esposa. Parezco guarura. Y si, he llegado a disfrutar dicha apariencia. Soy un naco que toma coca cola y no vino. Y si, disfruto la coca cola como pocas cosas. Si te equivocas, acepta. Aceptar no es decir, si, que te puedo decir. Es si, lo vamos a arreglar.
9.- Saluda al Sol. Solo los que realmente se levantan temprano pueden saludar al sol. Lo veras de frente y sabrás que un nuevo día ha empezado, con él, un nuevo mundo de oportunidades ante él. No dejes que el calor de las sabanas te retengan. El mínimo de todo proyecto es el esfuerzo. El creerte lo suficientemente creativo como para merecer empezar a las nueve, te encapsula en el mundo de los huevones. No me refiero al horario laboral, me refiero a la actividad física y mental. Ver la tele no cuenta. Aunque sea el NAT GEO. Desayunar no cuenta. Si el sol, se pasa de tu día, es claro, tu holgazanería te obliga a empezar tarde. Estar tarde implica ser el segundo por lo menos.
10.- Cree. Es imposible alcanzar el éxito rodeado de incredulidad. Debes de creer en tu pareja, tus compañeros, tus clientes, tus proveedores, tus socios. Debes de creer en tu competencia y en tu incompetencia. Cree sólidamente. Cree en Santa Claus. Cree en Dios. En la creación. EN el amigo. En la indiferencia. En lo dicho de frente y con autenticidad. NO a ciegas, eso es irresponsable. Cree solidariamente. Lo hecho esta lo mejor hecho y siempre es mejorable. Cree en ti. En tu capacidad e incapacidad. Cree en las posibilidades de mejorar. Cree.
Espero, si no se acabo el mundo, nos sigamos viendo.
Que tengan un muy buen 2013.
Que la pasen en paz con sus familias.
Mi solidaridad a las familias que esperan que llegue todo menos la navidad dadas las ausencia obligadas.
Mi cariño para ustedes.
Un abrazo y seguimos si es que los mayas se equivocan de alguna manera.
Mario Lugo.
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